sábado, 29 de octubre de 2011

Recuerdo aquel  instante en el que acercabas tímidamente tu boca a la mía… deseabas llegar a ella, pero no te atrevías… yo, esperaba ese momento, no necesitábamos hablar, se podía sentir el deseo… empezó a suceder algo maravilloso, acaricié mis labios con los tuyos llegando a fundirnos en un apasionado beso.

 

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