Aún dura la resaca
de aquel embriagante aroma
de Jazmin, esparcido por mi piel,
relajante masaje
fluyendo de tus dedos
hasta al alcanzar el límite de mi espalda.
Cordura desbocada que pide más,
¡continúa!
Desciende con tus manos sutiles
hasta hallar el cono de mis entrañas.
Vuelves mis caprichos
en un volver a comenzar,
deslizas tu lengua húmeda
por mis areolas,
pestañean erectos mis senos
y tiemblo al percibir
la lenta peregrinación
de tu boca hacia mis ingles,
una vez más
vuelve a recomenzar.
Frescas y frutales fragancias
preñadas con la pócima de tus caricias
erizando mi piel.
Renacer entre susurros y sonrisas,
te esperan abiertas mis extremidades
celosas de no sentirse invadidas,
hechizadas del fresco aroma de Jazmin
que en mi pasión
perfumó mi alma de mujer.
Relajante penetración,
de aromas que alimentan mi deseo,
comienzo de una danza rítmica,
empeñado desde lejanos ayeres en no bailarla,
fusión de dos cuerpos
entre aromas de primavera,
el blancas lluvias derramadas
en mis entrañas,
el milagro de olvidar desencuentros
licuándonos de nuevo
en un solo ser
resucitando de nuevo
de viejos sueños
despertando
mi amor.
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